Arrojé un guante a los alumnos y alumnas:

¿Sabéis lo que es un logaritmo?

Pues resolved esto…

10log7

…sin la calculadora, claro…

Todos/as recogieron el guante, se hizo el silencio y desaparecieron dentro de sí mismos/as. Estuvieron durante un largo rato apretando neuronas y los dientes, hasta que de repente, como el poeta escribe sus versos en un papel vacío, un logaritmo fue capaz de dibujar, en los ojos de una adolescente, una sonrisa eterna como expresión de alegría.

Esa jovencita se encontró con el placer de descubrir por sí misma, de rasgar el telón que separaba la tenue intuición de la repuesta de la respuesta misma en todo su esplendor.

Otros compañeros y compañeras también resolvieron el reto, sus cabezas claro que funcionan, pero no sonrieron.

Y tú, ¿sabes qué es un logaritmo?