En la charla “La diversidad como fortaleza”, los alumnos de 2.º de ESO descubrieron que cada persona aporta al mundo algo irrepetible: su historia, sus capacidades y su manera de ver la realidad. Comprendieron que no existen dos miradas iguales, y justamente ahí reside el verdadero valor de una comunidad.
A través de ejemplos y reflexiones, los estudiantes trabajaron la idea de que las diferencias no son un obstáculo, sino una oportunidad para aprender, cooperar y enriquecer nuestro día a día. Cuando entendemos y respetamos la diversidad, abrimos la puerta a un entorno escolar más inclusivo, humano y solidario.
La sesión dejó un mensaje claro: la diversidad no es un problema, sino una fortaleza que nos impulsa a crecer juntos. Un recordatorio necesario para construir un colegio donde cada alumno encuentre su lugar y sienta que su voz importa.

